La universidad es probablemente una de las etapas más
importantes en la vida de cualquier persona, lo es para muchos y para otros es
simplemente el último paso a la libertad de la presión social que dicta que “todos
deberían tener un título universitario”.
No importa cuál sea tu situación:
- Lo haces para darle gusto a tus padres.
- Quieres el título para no sentirte un fracasado.
- Realmente quieres ser un profesionista.
O cualquiera que sea la razón, sí quieres alcanzar el final
de una carrera la verdad es: La universidad es difícil.
Para darte el pase a ese título tan anhelado los profesores
van a hacer que sudes la gota gorda, van a ponértelo difícil (no todos) y
muchos estudiantes abandonan el sueño y cesan en su intento antes de lograrlo. Incluso
tu puedes ya haber sentido esa desesperación y el deseo de renunciar, la
frustración de que algunas materias sean tan difíciles de aprobar, el enojo con
algunos docentes.
Pero ten calma, este proceso terminará algún día, solo
tienes que aguantar un poco, avanzar paso a paso, y el día cuando le digas adiós
a las tareas, exposiciones, exámenes y a los maestros finalmente llegará.
Aquí he reunido algunos tips que me ayudaron a lo largo de este
proceso a través de los diferentes salones de clases para ganar un título universitario.
Escoge una carrera que REALMENTE te guste.
Piénsalo, incluso cuando estás estudiando algo que realmente
amas es complicado, ahora… ¿cómo piensas que sería estar estudiando algo que no
te apasiona?
Mejor escoge algo por lo que valga la pena luchar, algo que
verdaderamente te motive.
Haz un gráfico de tu progreso.
Para hacer más llevadero este proceso puedes hacer una tabla
con diferentes cuadros, por ejemplo; cada cuadro puede representar un semestre,
cada vez que termines un semestre estarías tachando ese cuadro, esto puede
aliviar la tensión en esos momentos en los que quieres mandar todo al infierno,
tomas tu gráfico y observas todo lo que has avanzado, resulta motivacional
decir “ya llevo más de la mitad, solo un poco más”.
Piensa en que algún día tendrás 50 años o más. Cuando eso
suceda ¿vas a recordar que sacaste un 4 en matemáticas?.
Vive el momento, este presente, disfrútalo, disfruta tus amigos,
se amigo de tus maestros y no te preocupes demasiado por tus calificaciones.
En mi caso, hice lo mejor que pude y solía ver a todos mis
compañeros preguntándole a los profesores por sus calificaciones, yo nunca
pregunté ni me interesé por una sola calificación y en la graduación: ¡Sorpresa!
Resultó que tenía uno de los mejores promedios de mi generación, y si no
hubiera sido así ¿habría importado? La cosa es igual para el mejor y para el
peor promedio, hay trabajo para todos.
Amistades que te impulsen a triunfar.
No tienes idea de cuánto ayuda esto, sí tienes amigos que te
brinden soporte, momentos de diversión (no todo es estudiar) y que estarán
contigo durante los diferentes procesos de tu carrera eso es muy motivador.
Ayuda mucho a levantarte cada mañana el saber que tú junto
con tus compañeros están buscando el mismo fin, y al final te quedas con relaciones
que durarán toda tu vida (recordar historias después de muchos años es lo
mejor).
Prométeselo a alguien.
Finalmente, sí estas batallando para lograrlo y la falta de
motivación está creciendo, tal vez puedas “inyectar” una poca de estimulación haciéndole
una promesa a un ser amado, tu madre, tus abuelos, tu pareja, alguien que
merezca ese regalo, el regalo de verte culminar tus estudios.
Esto también provee de una gran satisfacción personal,
cuando ese día finalmente llega y le dices a esa persona: “Lo logré, y fue por
ti” es un momento que nunca olvidarás y que llevarás en tu corazón el resto de
tu vida.
Mis mejores deseos.
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